miércoles, 2 de septiembre de 2015

EL CASO DE EMILIO


MIRANDO A LA INCLUSIÓN
 
 
Emilio es un niño con ceguera de nacimiento, proviene de un embarazo pla­neado, pero nació a los seis meses de gestación. Entre otras complicaciones se le detectó una infección en los ojos, por lo tanto permaneció en la incubadora durante diez días. A los tres meses del nacimiento nuevamente se detecta­ron problemas en sus ojos, sin embargo sus padres estaban renuentes a un diagnóstico clínico especializado y fue hasta los seis meses de edad, cuando lo valoraron en el Instituto Nacional de Pediatría en la Ciudad de México y determinaron que su retina no se había desarrollado; por tanto se confirmó la ceguera de, Emilio.

La escuela siempre se ha caracterizado por ser inclusiva, pero esto no era suficiente, necesitábamos las herramientas e instrumentos para llevar una buena inclusión dentro de las actividades, fortalecer sus conocimientos y sobre todo buscar una autonomía propia del alumno, para hacerlo partícipe de este mundo tan discriminatorio y excluyente.

Los padres de familia con la esperanza de tener nuevas expectativas e igual­dad de oportunidades, encontraron en la escuela un aliento en el cual con­fiar y así emprender nuevos caminos que los llevaran a creer que no están solos, que siempre hay una mano en quien pueden apoyarse para esos ca­minos duros y difíciles.

Emilio se incorporó a la escuela a la edad de seis años cinco meses, presen­taba conocimientos básicos y no alcanzaba el nivel conceptual de los niños de su edad; llegó con una actitud un tanto desafiante y renuente ante el tra­bajo, únicamente quería realizar actividades recreativas y de juego, mostraba desinterés ante actividades académicas, tenía momentos en que persis­tía un miedo a quedar solo o encerrado dentro de la escuela, también temía que su madre no regresara por él; este temor se expandió a otros terrenos de su vida, los ruidos altos, las expresiones verbales agresivas o grotescas provocaban en él una actitud arrogante y desafiante hacia los adultos, este fue el punto de partida para Emilio.
 


Los primeros pasos que llevamos a cabo fueron lograr que adquiriera la es­critura, a través sistema Braille, mientras también se comenzó a descubrir que tenía una excepcionalidad, en el área artística, ya que mostraba habili­dad para reproducir en el teclado muchas de las notas de melodías sencillas que escuchaba, como “Martinillo” y otras canciones populares.

 
En el último ciclo escolar de su preparación en educación primaria, estuvo a cargo del profesor Gilberto Quintanilla Salazar en el aula regular apoyándose en la Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) que estaba presente en la Escuela por medio del profesor Jesús Hernández Guzmán.

Por otra parte, los apoyos proporcionados a Emilio, despertaron su curio­sidad para aprender cosas nuevas, investigar, evaluar y reflexionar sobre lo que a él le interesa sin que su discapacidad fuera un obstáculo para manejar las situaciones de su ambiente, aún entre personas que no conoce; ahora, externa emociones con sus amigos, familiares o maestros de tal manera que su discapacidad no representa una limitación.

Al final del ciclo escolar y de su terminación de la educación primaria, nos sentimos orgullos y satisfechos de haber realizado una propuesta curricu­lar adoptada, pertinente e incluyente, para que Emilio lograra los propósi­tos educativos de este nivel escolar, además de ser reconocido por maes­tros, padres, compañeros de clase, y todas las personas que lo conocen, y que lo llegarán a conocer.

¿CÓMO DETECTAR A UN NIÑO QUE NECESITA EDUCACIÓN ESPECIAL?


¿CÓMO DETECTAR A UN NIÑO QUE NECESITA EDUCACIÓN ESPECIAL?

 

PASOS QUE CONLLEVA LA DETECCIÓN DE NEE

1.    EN EL PRIMER CONTACTO DE LOS PADRES CON EL PREESCOLAR.

2.   LA ENTREVISTA INICIAL CON LOS PADRES DE FAMILIA.

     a)   sólo con el adulto responsable.

     b)  con la participación del niño.

3.   EL DIAGNÓSTICO INSTITUCIONAL.

4.   LA REALIDAD ÁULICA.

 

Se puede detectar a los niños que tienen necesidades educativas especiales, en diferentes momentos o instancias. Al primer contacto con los familiares del niño entrevistándolos, ya sea sólo a ellos o junto con sus hijos, aunque en algunos casos puede ser incómodo para la familia tratar en presencia del niño, asuntos como el maltrato familiar, abandono, violencia, niños adoptados que aún no lo saben.
Aprovechando la entrevista que se realiza al familiar si asiste junto con su niño, se puede realizar un diagnóstico muy simple aunque no determinante de los problemas que pueda tener el niño, los más evidentes o notorios, más no así otro tipos de problemas, esto se hace alcanzado al niños materiales según la realidad social de la institución, para que juegue con ellos y se le pueda ir observando su actuar durante el juego.
 
 La ubicación y radio de influencia de la Institución Educativa del nivel Inicial, es también un referente importante para saber si se contará con un población estudiantil con necesidades educativas especiales, si ellos proceden de zonas urbana marginales. Pero esto, es algo relativo, ya que la docente de educación inicial, durante su quehacer educativo diario podrá darse cuenta quién de los niños tiene necesidades educativas especiales.
 
Otro lugar donde se puede detectar problemas en los niños es en el aula de clase junto con ellos, por eso es recomendable realizar educación individualizada, trabajos en grupos, en grupos rotativos, para ir observando a los niños y de ser el caso, pedir a sus padres que consulten a un profesional de la salud, de acuerdo al problema que presente el niño, la docente de inicial debe ponerse a disposición del profesional para darle toda la información que le requiera, después del diagnóstico que se obtenga del profesional, reunirse con los padres del niño y junto con ellos idear las estrategias necesarias para el problema puntal del niño.

 

 

DIFERENCIA ENTRE DISCAPACIDAD Y NEE


 

DIFERENCIA ENTRE DISCAPACIDAD Y NECESIDADES EDUCATIVAS ESPECIALES

 

Se habla de una discapacidad cuando, debido a la deficiencia (cuando hay una pérdida o anormalidad de alguna estructura o función psicológica, fisiológica, o anatómica) hay restricción o ausencia de ciertas capacidades necesarias para realizar alguna actividad dentro del margen que se considera normal.

Es por ello que a diferencia de las necesidades educativas especiales, la discapacidad no depende del entorno en donde se desarrolla el alumno, aquel niño que presenta una discapacidad no necesariamente tiene una necesidad educativa especial, porque a pesar de sus limitaciones puede acceder al aprendizaje o conocimiento.

Por todo lo anterior se dice que las necesidades educativas especiales son relativas porque surgen de la dinámica que se establece entre las características personales del alumno y las respuestas que recibe de su entorno educativo.
 

Al identificar las barreras para el aprendizaje y la participación de los alumnos, se identifican las necesidades educativas especiales, es decir los apoyos y los recursos específicos que algunos alumnos requieren para avanzar en su proceso de aprendizaje; por ello, se dice que un alumno o alumna presenta necesidades educativas especiales cuando se enfrenta con barreras en el contexto escolar, familiar y social que limitan su aprendizaje y al acceso a los propósitos generales de la educación.

A lo largo de la historia se han desarrollado distintas concepciones y actitudes respecto de las diferencias individuales de todo tipo, entre ellas las discapacidades físicas, sensoriales o intelectuales. Dichas concepciones y actitudes se han reflejado en el trato y la atención hacia estas personas: de la eliminación y el rechazo sociales se pasó a la sobreprotección y la segregación, para finalmente aceptar su participación en diferentes contextos sociales.
 


PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTA UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD


PRINCIPALES PROBLEMAS A LOS QUE SE ENFRENTA UNA PERSONA CON DISCAPACIDAD

 

Las personas con discapacidad tienen que enfrentarse a numerosas barreras para poder insertarse de manera competitiva en el mercado: prejuicio social, problemas de accesibilidad, un sistema educativo que no las contempla y empresas que no están preparadas para recibirlos (as).

 
Un obstáculo más grande a cada paso. Todos los días, una prueba más difícil para superar. Una ciudad que no los contempla desde su arquitectura y transporte público, un sistema educativo que los expulsa, un mercado laboral que no se ajusta a sus posibilidades, un Estado que no genera las políticas públicas necesarias para acompañarlos y una sociedad que les da la espalda. Las personas con discapacidad están sospechadas de no ser buenos profesionales.

 

Y en la mayoría de los casos esta afirmación es cierta. No porque no puedan llegar a serlo, sino porque las condiciones sociales no están dadas para que siquiera puedan intentarlo. Sin embargo, y contra todos los pronósticos, algunos se abren camino en el mercado laboral y prueban que con los apoyos necesarios es posible.


Los chicos con discapacidad no están en la Universidad porque no terminan el secundario. Mandarlos a estudiar genera muchos gastos y como la mayoría de las personas con discapacidad son de escasos recurso, se les complica aún más. También hay que derribar muchas barreras culturales de los padres y de las propias personas con discapacidad que no tienen fe en sí mismos.


En un mercado cada vez más exigente en cuanto a estudios formales, experiencia y talentos para el desarrollo de las funciones laborales, las personas con discapacidad se encuentran en franca desventaja. En primer lugar, porque no tienen garantizado su derecho básico a la educación.


La mayoría de las personas con discapacidad no termina el secundario, debido a diferentes factores como la falta de oportunidad, la falta de cupo, problemas de accesibilidad o en un primer lugar por cuestiones económicas.