MIRANDO A LA
INCLUSIÓN
Emilio es
un niño con ceguera de nacimiento, proviene de un embarazo planeado, pero
nació a los seis meses de gestación. Entre otras complicaciones se le detectó
una infección en los ojos, por lo tanto permaneció en la incubadora durante
diez días. A los tres meses del nacimiento nuevamente se detectaron problemas
en sus ojos, sin embargo sus padres estaban renuentes a un diagnóstico clínico
especializado y fue hasta los seis meses de edad, cuando lo valoraron en el
Instituto Nacional de Pediatría en la Ciudad de México y determinaron que su
retina no se había desarrollado; por tanto se confirmó la ceguera de, Emilio.
La
escuela siempre se ha caracterizado por ser inclusiva, pero esto no era
suficiente, necesitábamos las herramientas e instrumentos para llevar una buena
inclusión dentro de las actividades, fortalecer sus conocimientos y sobre todo
buscar una autonomía propia del alumno, para hacerlo partícipe de este mundo
tan discriminatorio y excluyente.
Los
padres de familia con la esperanza de tener nuevas expectativas e igualdad de
oportunidades, encontraron en la escuela un aliento en el cual confiar y así
emprender nuevos caminos que los llevaran a creer que no están solos, que
siempre hay una mano en quien pueden apoyarse para esos caminos duros y
difíciles.
Emilio se
incorporó a la escuela a la edad de seis años cinco meses, presentaba
conocimientos básicos y no alcanzaba el nivel conceptual de los niños de su
edad; llegó con una actitud un tanto desafiante y renuente ante el trabajo,
únicamente quería realizar actividades recreativas y de juego, mostraba
desinterés ante actividades académicas, tenía momentos en que persistía un
miedo a quedar solo o encerrado dentro de la escuela, también temía que su
madre no regresara por él; este temor se expandió a otros terrenos de su vida,
los ruidos altos, las expresiones verbales agresivas o grotescas provocaban en
él una actitud arrogante y desafiante hacia los adultos, este fue el punto de
partida para Emilio.
Los
primeros pasos que llevamos a cabo fueron lograr que adquiriera la escritura,
a través sistema Braille, mientras también se comenzó a descubrir que tenía una
excepcionalidad, en el área artística, ya que mostraba habilidad para
reproducir en el teclado muchas de las notas de melodías sencillas que
escuchaba, como “Martinillo” y otras canciones populares.
En el
último ciclo escolar de su preparación en educación primaria, estuvo a cargo
del profesor Gilberto Quintanilla Salazar en el aula regular apoyándose en la
Unidad de Servicios de Apoyo a la Educación Regular (USAER) que estaba presente en la Escuela por medio
del profesor Jesús Hernández Guzmán.
Por otra
parte, los apoyos proporcionados a Emilio, despertaron su curiosidad para
aprender cosas nuevas, investigar, evaluar y reflexionar sobre lo que a él le
interesa sin que su discapacidad fuera un obstáculo para manejar las
situaciones de su ambiente, aún entre personas que no conoce; ahora, externa
emociones con sus amigos, familiares o maestros de tal manera que su
discapacidad no representa una limitación.
Al final
del ciclo escolar y de su terminación de la educación primaria, nos sentimos
orgullos y satisfechos de haber realizado una propuesta curricular adoptada,
pertinente e incluyente, para que Emilio lograra los propósitos educativos de
este nivel escolar, además de ser reconocido por maestros, padres, compañeros
de clase, y todas las personas que lo conocen, y que lo llegarán a conocer.
No hay comentarios:
Publicar un comentario